Martina recibe un diagnóstico devastador tras someterse a pruebas médicas: padece Alzheimer. Esta noticia cambia drásticamente sus planes de futuro, llevándola a cancelar su boda con Gabriel, quien se sorprende por la repentina decisión. A pesar de su ilusión por el matrimonio, Martina siente que no tiene sentido seguir adelante debido a su enfermedad progresiva y sin cura. Descubre más sobre este emotivo momento en "Eternamente amándonos".
Martina ha estado atravesando un período complicado en su vida, marcado por una serie de despistes y olvidos que han comenzado a preocupar a quienes la rodean. Su comportamiento errático, que incluye no recordar dónde se encuentra o descuidos cotidianos, ha llevado a sus seres queridos a sugerirle que busque ayuda médica. En particular, Paula, una amiga cercana, ha estado a su lado durante algunas de estas visitas al médico.
Finalmente, tras varias consultas, llega el momento de recibir el diagnóstico definitivo. Las noticias son devastadoras: el médico, quien además es amigo de Martina, le informa que padece Alzheimer. Este anuncio representa un duro golpe emocional para ella, quien jamás imaginó enfrentar una situación así. Consciente de la gravedad de su enfermedad —sin cura y progresiva—, decide mantenerlo en secreto y reflexiona sobre cómo su futuro se ve ahora sombrío.
Tras asimilar la noticia durante un almuerzo con Gabriel, su prometido, Martina toma una decisión drástica: ya no desea casarse con él. La reacción de Gabriel es de sorpresa ante este repentino cambio de opinión; siempre había visto a Martina entusiasmada con la idea de dar el paso hacia el altar. Sin embargo, ella opta por no revelarle la verdadera razón detrás de su decisión. Para Martina, después del diagnóstico recibido, continuar con los planes de boda parece carecer de sentido.
La situación plantea interrogantes sobre cómo afrontar las relaciones personales cuando se enfrenta a una enfermedad tan impactante como el Alzheimer. La incertidumbre sobre el futuro pesa en la mente de Martina mientras intenta encontrar un camino en medio del caos emocional que le provoca su diagnóstico.
Martina recibe un diagnóstico de Alzheimer, una enfermedad sin cura y progresiva.
Martina se siente muy afectada por la noticia y decide mantenerla en secreto. También decide que ya no quiere casarse con Gabriel, a pesar de que siempre había estado ilusionada con la boda.
Después de conocer su diagnóstico, Martina considera que no tiene sentido seguir adelante con la boda y le comunica a Gabriel su decisión.